La importancia aprender, evolucionar y crecer: por qué un buen quiropráctico nunca deja de formarse. En cualquier profesión relacionada con la salud, el aprendizaje continuo no es una opción, es una necesidad. Pero si hay un campo en el que esto resulta especialmente cierto, ese es el de la quiropráctica. La columna vertebral, el sistema nervioso y la biomecánica humana son áreas en constante evolución, y solo quien se mantiene en formación permanente puede ofrecer lo mejor de sí mismo a las personas que confían en su cuidado.
Este fin de semana, Richard Millo ha asistido al Extremity Adjusting Seminar en Barcelona, impartido por el reconocido Dr. Mitch Mally, uno de los referentes mundiales en el ajuste de extremidades. Durante dos intensos días, quiroprácticos de distintos países se han reunido para perfeccionar técnicas específicas relacionadas con el pie, el tobillo, la rodilla y la cadera, comprendiendo a fondo su conexión con la columna vertebral.
Porque la quiropráctica, aunque tiene más de cien años de historia, sigue avanzando cada día. Y mantenerse actualizado es una forma de respeto: hacia la profesión, hacia quienes confían en ti y hacia uno mismo.
La formación continua como forma de compromiso
Richard asiste cada año a dos o tres seminarios —y a veces incluso más— tanto en España como en el extranjero. Y aunque tiene una dilatada experiencia a sus espaldas, no pierde la curiosidad ni el deseo de aprender.
Esa actitud resume una idea fundamental: la formación continua no es solo adquirir nuevas técnicas, sino mantener viva la pasión por lo que haces.
Un quiropráctico comprometido sabe que cada seminario, congreso o encuentro profesional aporta una visión distinta. En cada clase, en cada conversación con otros colegas, siempre hay algo nuevo que incorporar: un matiz en la técnica, una manera diferente de analizar la postura, una mejor comprensión del cuerpo humano o una reflexión sobre la conexión entre mente, cuerpo y movimiento.
Richard lo tiene claro: quien deja de aprender, deja de avanzar. Y en una profesión que se basa en ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial, no hay nada más importante que seguir creciendo.
Dr. Mitch Mally: aprender de los mejores
El seminario celebrado en Barcelona, bajo el título “Lower Extremity Adjusting”, ha reunido a quiroprácticos de todo el mundo con un objetivo común: perfeccionar el ajuste de las extremidades inferiores y comprender su influencia en la biomecánica global del cuerpo.
Durante el fin de semana, el Dr. Mally —conocido como “The Doctor’s Doctor”— compartió décadas de experiencia en el trabajo con atletas de élite, músicos y profesionales de la salud de primer nivel. Su enseñanza se basa en un principio muy claro: precisión y eficacia por encima de cantidad.
Como él mismo explica:
“En nuestra profesión hay muchos infantes, pero pocos francotiradores. No se trata de hacer muchos movimientos, sino de hacer el movimiento exacto, en el punto exacto, con la intención correcta.”
Este enfoque convierte la quiropráctica en un arte. Ser un “francotirador” en el ajuste significa conocer profundamente la anatomía, entender cómo una pequeña desalineación en el pie puede generar una compensación en la rodilla, en la cadera o incluso en la columna cervical, y saber cómo corregirla con precisión.
Conectando el cuerpo: la magia de la biomecánica
Uno de los grandes aprendizajes de este seminario ha sido la interconexión del cuerpo humano. La quiropráctica no se centra solo en la columna, sino en cómo cada parte del cuerpo influye en el resto.
Por ejemplo, una subluxación en el pie —una mínima pérdida de alineación— puede alterar la forma en que una persona camina, afectar la rodilla, modificar la posición de la pelvis y generar una tensión constante en la espalda. Todo está conectado.
De ahí la importancia de dominar el ajuste de las extremidades: porque al corregir el origen de un desequilibrio, se restablece la armonía de todo el cuerpo.
Esa comprensión global de la biomecánica es lo que diferencia a un quiropráctico que se forma continuamente. No se trata de repetir lo aprendido hace años, sino de seguir explorando, de abrir la mente y de mejorar cada día la precisión de las manos y la profundidad del conocimiento.
La formación como fuente de inspiración
Quien ha asistido alguna vez a un seminario de quiropráctica sabe que la experiencia va mucho más allá del aprendizaje técnico. Es una oportunidad para reconectar con la misión y los valores de la profesión.
Durante estos eventos se comparten historias, se intercambian experiencias y se recuerda por qué cada quiropráctico eligió este camino: ayudar a las personas a recuperar el equilibrio, a funcionar mejor y a vivir con más energía y bienestar.
Para Richard, estos encuentros son también una forma de recargar energía, de inspirarse y de volver al centro con nuevas ideas que aplicar desde el lunes siguiente. Cada seminario se convierte así en una inversión de futuro, tanto profesional como personal.
La evolución constante de la quiropráctica
Aunque la quiropráctica se basa en principios atemporales —el poder del cuerpo para autorregularse y sanar cuando el sistema nervioso funciona sin interferencias—, su práctica evoluciona con los años.
Hoy, la tecnología, la investigación científica y el intercambio global de conocimientos permiten comprender mejor la relación entre columna, sistema nervioso y extremidades. Gracias a esto, las técnicas de ajuste son cada vez más precisas, seguras y efectivas.
Por eso, un buen quiropráctico no se conforma con lo aprendido hace una década. Sigue actualizándose, explorando nuevas metodologías y contrastando conocimientos con otros profesionales. La formación continua no es un lujo, sino una responsabilidad.
Un mensaje para las nuevas generaciones
Para quienes están comenzando su carrera en la quiropráctica, el ejemplo de profesionales como Richard es una inspiración. La experiencia no debe ser una excusa para detener el aprendizaje, sino una base sólida sobre la que seguir construyendo.
En un mundo que cambia rápidamente, los mejores profesionales son los que mantienen la mente abierta, los que se forman, los que preguntan, los que practican, los que siempre están dispuestos a aprender y los que buscan constantemente la excelencia.
La quiropráctica no se aprende en un fin de semana, ni siquiera en una carrera. Se aprende a lo largo de toda una vida, cada vez que se escucha, se observa, se ajusta y se reflexiona.
Crecer y aprender para dar lo mejor
Cada seminario, cada curso, cada congreso, es una oportunidad para mejorar las manos, la mente y el corazón. Richard lo sabe bien: cada aprendizaje nuevo se traduce en un mejor servicio a quienes confían en él.
Por eso, aunque lleve años ajustando columnas, restaurando el equilibrio y ayudando a las personas a recuperar su bienestar, nunca deja de aprender. Porque el conocimiento, como la salud, es algo que se cultiva día a día.
Y porque solo quien sigue creciendo puede ayudar de verdad a los demás a crecer también.
Formarse continuamente no es solo una cuestión de técnica, sino de actitud. Es mantener viva la curiosidad, la pasión y el compromiso con la excelencia.
Este fin de semana en Barcelona ha sido una nueva oportunidad para avanzar, compartir y seguir sumando herramientas. Y, sin duda, no será la última.
Richard Millo continuará asistiendo a cursos, congresos y seminarios, en España y fuera de ella, con el mismo entusiasmo de siempre. Porque en la quiropráctica, igual que en la vida, quien deja de aprender deja de evolucionar.
Centros quiroprácticos en Valencia y Rocafort de Richard Millo
Richard Millo siente pasión por la quiropráctica. Cree en lo que hace y su único objetivo en la vida, su misión como Doctor en Quiropráctica, es ayudar a la gente a entender que la salud viene de dentro. Que tenemos una inteligencia innata y su trabajo es liberarla. Ayudar a nuestro cuerpo a que sea él mismo el que nos cure.
Te invitamos a que vengas al centro quiropráctico en Valencia o Rocafort a conocer a Richard Millo para que te haga una revisión completa y te asesore de la forma más profesional con sus 32 años de experiencia y así garantizar el bienestar de tu salud y la de tu familia. Richard contestará todas las preguntas que tengas.
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